Me mandaron hace tiempo un e-mail con esta imagen, y lo que en el momento me pareció simplemente gracioso ahora me da que pensar, porque en realidad pasa.
Pero, como han podido cambiar tanto las cosas en tan poco tiempo, cuando yo iba al instituto esto no pasaba, o a lo mejor si, pero no en mi circulo de amigos y conocidos, y menos a mi misma, porque cada vez que mi madre iba a hablar con un profesor yo temblaba.
Lo mismo soy un caso especial, pero yo si llegaba a mi casa con malas notas la culpa en el 99% de los casos me la llevaba yo. Lo de que los profesores me tenían manía, según mis padres eran excusas (aunque a mi todavía me quedan dudas).
Soy incapaz de imaginarme a ninguno de mis padres en la situación que se ve en la imagen, de hecho me parecería demasiado raro.
Al final va a ser verdad lo de que la culpa la tienen los padres.

Así es María, recuerdo perfectamente cuando iban los padres a hablar con el tutor y estabamos todo el día dando vueltas a la cabeza pensando que les habrá dicho, que les habrá contado...
ResponderEliminarY llevar un suspenso a casa significaba, además del castigo que nos llevabamos, ponernos con la cara roja de la vergüenza.
Pero ahora los padres piensan que son los profesores, cuando en realidad es un feedback de los dos, ¡qué tiempos aquellos!